Cinco visiones vecinales para reivindicar

Representantes del movimiento vecinal de Gijón, Zaragoza, Madrid y Córdoba coincidieron, después de tres días de reunión y debate con motivo de las Jornadas de participación ciudadana que se clausuraron ayer en el centro municipal de El Coto, en que las asociaciones vecinales deben de tener un papel más relevante en las políticas sociales y municipales. Además, durante los encuentros coincidieron en que los programas que se realizan en cada una de las poblaciones no son extrapolables a Gijón, al ser ciudades totalmente distintas. A pesar de las diferentes políticas vecinales, los problemas que afectan a los barrios -vivienda, sanidad, educación e inmigración- son similares en toda España.

V. ESCANDÓN

«Una mayor participación y colaboración activa por parte de las asociaciones de vecinos en la política municipal». Ésa fue la principal conclusión a la que llegaron ayer, tras tres sesiones de debate, los diferentes líderes del movimiento vecinal gijonés durante las primeras Jornadas de participación ciudadana, celebradas en el centro municipal de El Coto, que contaron con la presencia de representantes de asociaciones de vecinos de Zaragoza, Madrid y Córdoba.
Los tres programas expuestos por los miembros vecinales de las otras ciudades españolas en las jornadas «no son extrapolables» a Gijón, como reconoció Fernando Montero, responsable de Distritos y Juntas Vecinales del Ayuntamiento de Zaragoza, porque cada «ciudad es distinta», destacando de Gijón su movimiento vecinal, que «está muy vivo y tiene las ideas claras a la hora de presentar sus alegaciones, que son muy sensatas».
A pesar de que las políticas vecinales de Zaragoza, Madrid, Córdoba y Gijón son muy distintas, los problemas en estas ciudades suelen ser similares, aunque, claro está, cuantos más barrios y habitantes tenga sus repercusiones serán mayores. Éste es el caso de Madrid. Francisco Caño Sánchez, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, explicaba ayer que los principales problemas a los que se enfrentan los barrios de la capital española no tienen tanto que ver con temas de seguridad e inmigración, sino más con la educación, la sanidad y la vivienda.

El tema de la sanidad es el que más preocupa actualmente a los vecinos madrileños. Según indicó Caño, actualmente «estamos mostrando nuestro rechazo al programa de sectorización de la sanidad porque desubica a muchas personas que tienen que cambiar de centro de salud». Además, el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid cree que ese programa de sectorización no resolverá los problemas que tiene la capital española en la sanidad porque, a pesar de todo, «seguiría masificada». En cuanto a los otros problemas -educación y vivienda-, «seguimos trabajando para intentar erradicar el chabolismo y acabar con la analfabetización de los jóvenes», indicó.
El problema de la inmigración también está presente en Córdoba, aunque en menor medida. Inés Fontiveros, concejala de Participación Ciudadana de Córdoba, apuntó que, a pesar de contar con el porcentaje más bajo de inmigrantes de Andalucía, «tenemos una comunidad importante de ecuatorianos que tratamos de integrar en la sociedad a través de la participación ciudadana». La ciudad andaluza es un referente dentro del movimiento vecinal, porque, además de contar con una Junta Municipal -compuesta por cuatro políticos y seis representantes vecinales elegidos por el Consejo de Distrito-, antes de la democracia «tuvo un papel importantísimo en la conquista de las libertades de los ciudadanos», indicó Fontiveros.
Pero no hace falta salir de Asturias para encontrarse con problemas cotidianos del movimiento vecinal. Sin ir más lejos, en Langreo, como apuntó Vicente Gutiérrez, presidente de la federación vecinal, «llevamos nueve años peleando para que se apruebe el reglamento de participación ciudadana y poder intervenir en las políticas sociales». Su lucha de momento ha sido en balde, lo que provoca una gran indignación porque «no entendemos cómo, después de 26 años de democracia, gente que se considera progresista obstaculice nuestro derecho de participación», apuntó Gutiérrez.

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