Gijón al Norte afirma que la nueva estación intermodal no impide soterrar hasta Veriña

La sociedad Gijón al Norte aprovechó ayer su coincidencia con los representantes de la federación vecinal urbana, en el marco del consejo social del municipio, para defender el diseño semisoterrado de la futura estación intermodal de Moreda.

Su gerente Pedro Blanco, a preguntas de la presidenta en funciones del movimiento vecinal, Carmen Duarte, aseguró que «técnicamente es posible y viable» mantener instalaciones de la terminal en superficie -los trenes de largo recorrido, el Transcantábrico y la estación de autobuses- y acometer en un futuro un soterramiento de las vías más ambicioso hasta La Calzada, Veriña y Monteana. Con esa afirmación Pedro Blanco trató de desactivar la campaña pro soterramiento total de la terminal de Moreda que ha puesto en marcha recientemente la federación vecinal.

«No son cosas incompatibles y el planteamiento decidido por Fomento para la estación no supone ningún condicionante a futuro», recalcó el máximo responsable de la operación ferroviaria gijonesa. Otra cosa es el escollo económico, ya que presupuestariamente el proyecto que reclaman desde hace años los vecinos es en este momento inasumible por su elevado coste.

Blanco puso como ejemplo a Duarte el caso de la ciudad de Cádiz, donde se ha llevado a cabo una actuación similar a la que se proyecta en Gijón y los trenes pasan por una zona soterrada para acabar saliendo a la superficie al final de su trayecto. Al hilo de esa exposición, el equipo de gobierno municipal se comprometió a facilitar a los vecinos información sobre las obras gaditanas y otras operaciones en ciudades españolas que se han llevado a cabo para eliminar sus respectivas barreras ferroviarias.

El gerente de Gijón al Norte explicó además que el emplazamiento de los largos recorridos en superficie tiene su lógica, porque la ciudad no tiene una estación de paso como la de Oviedo, sino que es término o final de recorrido para los trenes. Esto implica, según el experto ferroviario, la necesidad de disponer de mayor número de vías para hacer las maniobras que requiere esta modalidad de convoyes.

La objeción de los vecinos de que la nueva estación, tal y como está planteada por Fomento, generará una nueva barrera en la zona Oeste de la ciudad, también fue rebatida por Blanco. Éste recordó que la cubierta de la estación será íntegramente transitable y conformará una nueva zona de uso público en la ciudad entre el barrio de Pumarín y el parque de Moreda.

El proyecto de supresión de la barrera ferroviaria no fue el único asunto que fue examinado en el seno del consejo social. Otras grandes actuaciones estratégicas en marcha para la ciudad como la ampliación de El Musel, la ZALIA, la transformación de la Universidad Laboral en Ciudad de la Cultura y el plan residencial de Sogepsa en Roces también tuvieron sus explicaciones técnicas por parte de miembros del órgano consultivo.

La explicación de los principales parámetros de los presupuestos para 2007 fue otro de los puntos del orden del día. El consejo social está integrado por 35 personas y entre otros están representadas las asociaciones vecinales, los colectivos empresariales, los sindicatos, la Universidad, el Principado, la Cámara de Comercio, el Principado y la Unión de Comerciantes.

Compartir esta publicación: