La federación vecinal inicia una campaña pro soterramiento total de la nueva estación

La Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) aprobó ayer la creación de una comisión específica en su seno, que nace con el objetivo de «remover conciencias y recabar apoyos entre partidos políticos y sindicatos» para conseguir el soterramiento completo de la estación intermodal de Moreda. El equipamiento estelar del proyecto de supresión de la barrera ferroviaria que, tal y como adelantó EL COMERCIO, acaba de obtener la Declaración de Impacto Ambiental (D. I. A.) por parte del Ministerio de Medio Ambiente.

La comisión vecinal constituida en torno al plan de vías estará integrada por dos representantes de cada uno de los colectivos vecinales de la zona Oeste. En total tendrán voz y voto en dicha comisión las asociaciones de Moreda, La Calzada, el Natahoyo, Tremañes, Pumarín y Poniente. Esta última, la de más reciente creación, se ha destacado en los últimos meses por su férrea lucha contra la altura de los edificios diseñados para el suelo libre de vías por los estudios de arquitectura de Jerónimo Junquera y Alejandro Zaera. También estará presente en la comisión un representante de la directiva de la federación urbana, para lo que ha sido designado su propio presidente, Amador García.

Según explicó el líder del movimiento asociativo vecinal gijonés, la federación confiere plena libertad a este nuevo grupo de trabajo para «convencer a la ciudadanía de la conveniencia de construir la estación de largo recorrido de Moreda también bajo tierra». Eso incluye, adelantó Amador García, la posibilidad de organizar debates, jornadas y charlas divulgativas, pero también de promover movilizaciones si la reclamación vecinal no es debidamente tenida en consideración.

Para el actual mandatario de la federación, si la terminal que se proyecta en Moreda se acaba haciendo semisoterrada -con la estación de largo recorrido, el Transcantábrico y la estación de autobuses en la cota de terreno actual- «se cercenarán para siempre las posibilidades de desarrollo futuro de Gijón en la zona». Los dirigentes vecinales asumen que su reivindicación histórica de soterrar las vías hasta Veriña no se puede abordar en este momento, pero no se resignan a que esa posibilidad se trunque más adelante, «creando con estas obras una nueva barrera entre los barrios de Pumarín y Moreda».

Medidas de presión

Amador García advirtió de que el movimiento vecinal que preside no renunciará a las medidas de presión que estime oportunas para evitar que la estación intermodal se construya de la forma anunciada, «porque apenas nos queda tiempo y lo que no se haga ahora nos hipoteca el futuro». El Ayuntamiento ya se ha pronunciado en más de una ocasión en contra del planteamiento vecinal.

La comisión recién creada se reunirá mañana para empezar a diseñar un programa de actividades divulgativas de su causa, así como para organizar un calendario de reuniones con las principales organizaciones políticas y sindicales de la ciudad.

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