La avenida de Portugal tendrá una gran rotonda para distribuir los tráficos de entrada a Gijón
El próximo mes de mayo las máquinas comenzarán a trabajar. La avenida de Portugal conseguirá, en seis meses, un cambio total de imagen, en el tramo comprendido entre la avenida de Carlos Marx y la calle del Puerto de Vegarada. Porque es ese tramo el que se convertirá en el nuevo recibidor de la ciudad, un camino distinto por el que acceder no sólo al centro, sino también a varios barrios, así como en una nueva oferta para quienes se mueven en bicicleta por la ciudad. El concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, presentó ayer las líneas generales del proyecto de remodelación, un proyecto que inicia ahora la andadura de licitación, que estará adjudicado entre los meses de abril y mayo y finalizado antes de que termine el mes de diciembre. Cuenta con un presupuesto de 2,8 millones de euros.
Éstos son los plazos para convertir ese tramo de la avenida en una vía de cuatro carriles de circulación -dos en cada sentido-, separados por una gran mediana arbolada de 2,90 metros, con aparcamientos en cordón a ambos lados y un carril bici. Una vía que comenzará con una gran rotonda de 70 metros de diámetro, unos 5.000 metros cuadrados, que distribuirá el tráfico a la entrada de la ciudad, desde la autopista ‘Y’. Desde allí, los conductores podrán optar por continuar por Sanz Crespo, entrar en la avenida de Portugal -y acceder así de forma directa al Polígono de Pumarín-, o tomar la avenida del Príncipe de Asturias y seguir, por ejemplo, a La Calzada.
La avenida de Portugal se convertirá, por lo tanto, en una gran entrada a la ciudad. De hecho, será la entrada principal cuando Sanz Crespo se vea afectada por las obras de supresión de la barrera ferroviaria y sea incluso necesario cortarla al tráfico. De ahí que éste sea el primer proyecto en poner en marcha, ya que será necesario tener una vía con la capacidad suficiente para absorber el tráfico que entra en Gijón por la autopista. De hecho, el equipo de gobierno considera esta remodelación como una antesala de la «gran transformación» que sufrirá toda esa zona en los próximos años, explicó Pedro Sanjurjo. Esa será una rotonda, pero no la única. La segunda estará situada en el entronque de la avenida de Portugal y Carlos Marx. Será más pequeña, de unos 30 metros cuadrados.
Zona boscosa
Todo el proyecto ha tenido muy en cuenta el tratamiento de jardinería. De hecho, está previsto que en toda la actuación se planten más de 250 árboles y unos 1.200 rosales. Porque toda la mediana de la avenida lucirá estas flores, de manera similar a la rosaleda situada frente a la Gota de Leche. En cuanto a la gran rotonda de Puerto de Vegarada, habrá desde jardines hasta una zona boscosa, explicó Sanjurjo, en un área que ocupa, aproximadamente, la misma superficie que la plaza de San Miguel y que, con montículos, será una especie de parque «de gran frondosidad», aunque sin uso público como tal.
En cuanto a los aparcamientos, se pierden por un lado y se ganan por el otro. Se eliminan todas las plazas que existen ahora en la acera del Polígono de Pumarín, pero se habilitan en cordón en ambos lados. En cualquier caso, las plazas resultantes serán, probablemente, menos de las que ahora existen. Otra de las novedades del proyecto es que, por vez primera, el tratamiento de las aceras no será con baldosas, sino con pavimento continuo. Eso, aseguró Sanjurjo, «mejora la accesibilidad de las vías públicas» y evita los problemas que ocasionan las baldosas, principalmente los tropezones. Además, facilita las labores de mantenimiento. La intención del equipo de gobierno es extender esta iniciativa a otras obras y remodelaciones.
Las obras en la avenida de Portugal permiten también habilitar un carril bici, en la margen del Polígono, que llegará hasta Carlos Marx, por donde continuará, hasta entroncar con el ya existente en la avenida de la Constitución, a la altura de los institutos. En total, desde Puerto de Vegarada hasta Puerta la Villa, dos kilómetros