Una apuesta por la educación colectiva
La Asociación de Vecinos de La Arena cuenta con 1.046 socios, que pagan 12 euros al año y que tienen acceso a numerosas y variadas actividades. Pero lo que realmente distingue a esta asociación es su forma de ver el barrio como un espacio educador, el lugar adecuado para poner en marcha las medidas necesarias para educar en sociedad y construir barrios saludables. Ésa es la filosofía de «A pie de barrio», una iniciativa que nació en agosto de 2003 en busca de respuestas a los problemas de la movida juvenil en La Arena, a la que se unieron La Guía, Cimavilla y la zona centro.
Su impulsor y ex presidente de la asociación, Emilio Parajón, aclaró que la preocupación no eran las molestias que generaba la movida, «sino la salud del barrio», porque había un problema colectivo de salud tanto para el vecindario, que necesitaba descansar, como para los propios jóvenes, por una ingesta excesiva de alcohol y otras sustancias.
«A pie de barrio» no dejó de evolucionar desde su nacimiento y se ha convertido en una verdadera red para la participación ciudadana que busca la promoción de la salud y un sistema sanitario eficaz y sostenible. Un objetivo que le ha valido el reconocimiento de la Dirección General de Salud del Principado. «Lo que se valoró es que desde la propia ciudadanía se promocionen valores de salud», explicó el mediador Roberto Quiroga.
El cerebro colectivo y el corazón de «A pie de barrio» es Aula Abierta, un foro de formación, discusión y difusión cultural de los escritos de la Organización Mundial de la Salud del que forman parte, entre otras asociaciones y entidades, los consejos de salud de las áreas sanitarias III y V; ocho asociaciones de vecinos; las federaciones de vecinos de Villaviciosa, Avilés y Gijón; la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública; varias asociaciones de mujeres, Abierto hasta el Amanecer, y las escuelas universitarias de Enfermería y Trabajo Social. Y todo funciona sin jerarquías personales ni de colectivos, la responsabilidad es compartida.
La escuela social comunitaria y el voluntariado son otros ejes esenciales de «A pie de barrio», como explicó Quiroga. «Nadie nos educa para controlar su salud como elemento de consumo. Y un ejemplo es el alcohol en jóvenes y la medicalización en mayores. La escuela quiere dar a conocer las herramientas que tenemos para gestionar nuestra propia salud, y saber qué y dónde exigir a las administraciones para conseguirlo».
Parajón explicó que el ocio del joven «se ha mercantilizado» en Gijón y depende de sus posibilidades económicas el que sea de una forma u otra. «Todos los edificios públicos van orientados al turismo, pero no a solucionar los problemas juveniles, de forma que la hostelería es la única oferta de ocio que tienen, sobre todo por las tardes, porque «Abierto hasta el Amanecer» se organiza, más bien, por las noches. El Ayuntamiento delega en la iniciativa privada la gestión del ocio joven». Parajón defendió las asociaciones de vecinos «porque están llamadas a poseer el mayor capital social, que es la experiencia y sabiduría de las personas mayores puestas al servicio de la comunidad». Y añadió: «No hay que atraer a la juventud a las asociaciones, tenemos que ir a ella para saber por dónde discurren las nuevas generaciones».
En el centro municipal
– Alemán e inglés. Viernes, de 18.00 a 19.30 horas.
– Italiano. Martes, de 18.00 a 19.30 horas.
– Teatro. Jueves, a partir de las 20.00 horas.
– Pintura. Viernes, de 09.00 a 13.30 horas.
En el local de la asociación
– Inglés. Martes y jueves, de 10.45 a 12.00 horas.
– Bailes de salón. Martes, de 19.30 a 22.30 horas.
– Sevillanas. Martes, de 12.00 a 13.00 horas. Lunes y miércoles, de 18.30 a 19.30 horas.
– Yoga. Martes y jueves, de 10.00 a 11.00 y de 18.00 a 19.00 horas.
– Bolillos. Miércoles, de 10.30 a 12.30 horas.
– Manualidades. Lunes, de 16.00 a 18.00 horas.
– Informática. Martes y jueves, de 11.00 a 12.30 horas.
– Danza oriental. Martes y jueves, de 13.00 a 14.00 horas.
– Gym-music, tai chi y Pilates. Durante el verano.