El cooperativismo salva la crisis

La cooperativa de vivienda de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón (FAV) no conoce la crisis. Sus pisos tienen lista de espera. Así se puso ayer de manifiesto durante la colocación de la primera piedra del edificio que el movimiento vecinal promueve en el área de Roces. Las 20 viviendas que la FAV oferta en este nuevo espacio residencial «volaron» en apenas una semana.

«Nosotros no tenemos crisis. Las constructoras que nos pregunten, que les decimos cómo vender los pisos enseguida», comentaban portavoces vecinales con cierta ironía. La clave -inciden- reside en el precio: «De media, una vivienda de 70 metros cuadrados, con garaje y trastero, puede salir por unos 110.000 euros».

Que todas estas viviendas estén sujetas al régimen de protección autonómica conlleva, además de un coste «razonable», ayudas públicas y ventajas hipotecarias. «Aparte, los cooperativistas pueden participar de la construcción de su propia vivienda», añadió el presidente de la FAV, Amador García, que ayer defendía esta opción edificatoria como «muy válida» y pedía a la Administración que «no se olvide de nosotros a la hora de destinar suelo a vivienda protegida».

La alcaldesa de Gijón garantizó al movimiento vecinal que «pronto» renovará el convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y las cooperativas de la ciudad para poner a su disposición terreno público. En el área de Roces, según quiso recordar Paz Fernández Felgueroso, «se ha podido hacer por la decisión de Sogepsa de reservarles parcelas», tanto a los vecinos como a los sindicatos. También habrá un solar para la Cooperativa de Agricultores.

Fernández Felgueroso participó en la colocación de la primera piedra junto a la consejera de Bienestar Social, Noemí Martín; el director general de Vivienda, Manuel Orviz; el director general de Ordenación del Territorio y Urbanismo, Guillermo Morales, y los concejales de Vivienda y Urbanismo del Ayuntamiento de Gijón, Francisco Santianes y Pedro Sanjurjo, respectivamente. Todos destacaron el «buen hacer» de las cooperativas, «por si alguien tiene alguna duda», puntualizó la Alcaldesa. A lo que la Consejera añadió: «Es momento de destacar lo necesaria y positiva que es la colaboración entre el tejido asociativo y las administraciones públicas para hacer realidad un derecho básico como el acceso a la vivienda. Todos estos esfuerzos contribuyen, además, a minimizar la pérdida de empleo que está padeciendo la construcción».

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