FUENTE: LA NUEVA ESPAÑA

El plan de mejora de calidad del aire «es papel mojado», aseguran, porque «en cuanto hubo una oportunidad de aplicarlo se saltó a la torera»

Luján PALACIOS El deterioro de la calidad del aire en la ciudad en los últimos meses, la «ocultación» de los datos negativos y la falta de actividad por parte de las administraciones están llevando a Gijón «al límite», advierte la Coordinadora Ecologista de Asturias. Su portavoz, Fructuoso Pontigo, va un paso más allá, y asegura que, si bien no existen estudios de seguimiento, la alta concentración de partículas «está matando a mucha gente en determinadas zonas, y eso es algo que se puede constatar».

No en vano, «somos las región con más casos de cáncer, y la segunda con peor esperanza de vida», apunta Pontigo, convencido de que las señales de alarma que lanzan los vecinos de determinados barrios, especialmente en la zona oeste, «deberían ser tenidas en cuenta de forma inmediata». De hecho, los residentes en áreas como Tremañes denuncian una gran incidencia de cánceres de pulmón entre los vecinos, dada la proximidad de numerosos polígonos industriales y de empresas contaminantes.

Los últimos estudios, referidos a la zona industrial de Avilés y su área de influencia, revelaron la existencia de una alta concentración en la sangre de los niños de benceno, un hidrocarburo. Unos resultados que «son extrapolables a la zona de Gijón, donde probablemente sean más elevados», advierte Pontigo.

Esta preocupación compartida ha llevado a medio centenar de asociaciones y entidades de toda la ciudad a configurarse en una plataforma contra la contaminación, presentada de forma oficial el pasado viernes. Los colectivos ecologistas se han sumado a la iniciativa, y ven de forma positiva que la Federación de Asociaciones Vecinales Rurales «Les Caseríes» haya decidido presentar un recurso contencioso administrativo contra la aprobación del plan de mejora de la calidad del aire. «Es un plan claramente insuficiente en las medidas que propone, y además es papel mojado porque en cuanto hubo oportunidad de aplicarlo, las autoridades se lo saltaron a la torera», critica Fructuoso Pontigo.

El portavoz de la Coordinadora Ecologista señala que en la última semana de buen tiempo en la ciudad, hace un par de semanas, se dispararon las emisiones de partículas contaminantes a la atmósfera, una contaminación «desproporcionada», fomentada por la ausencia de lluvias, que denunciaron en su día. Pontigo advierte que, después de la denuncia pública de la gran concentración de partículas contaminantes «el Principado instó a las empresas a reducir su actividad, algo que se contempla en el plan de mejora de la calidad del aire». Y no sólo «no se redujo esa actividad, sino que en los días siguientes la contaminación registrada por las estaciones fue aún más elevada».

Con ello se demuestra, según denuncia Pontigo, que «el plan no tiene ningún sentido ni efectividad: en la primera oportunidad que se presentó de aplicar las medidas que propone, nadie hizo caso de la normativa». A ello se suma además el hecho de que «en el documento se establece que los vecinos de la zona afectada serán informados puntualmente de los casos previsibles de alta contaminación para que los enfermos y personas con problemas respiratorios tomen las medidas pertinentes; pues en el último episodio de alta contaminación nadie se puso en contacto con los vecinos», recalca la Coordinadora Ecologista.

Y no sólo eso. Además, «los datos de las estaciones medidoras de Monteana, Serín y Tremañes no fueron publicados en la página web del Principado como se hace habitualmente, por lo que suponemos que se trataba de datos claramente negativos». Un síntoma de que «el Principado, que es el que tiene las competencias en la vigilancia de la contaminación, no está haciendo nada», advierte Pontigo.

No sólo preocupan a los ecologistas las grandes empresas contaminantes de la ciudad. También las pequeñas, porque «en muchos casos no se han aplicado medidas de control, las administraciones no les exigen que lo hagan y contaminan mucho, dependiendo de la actividad de la que se trate», apuntan.

Datos pesimistas

Los últimos datos hechos públicos por la Coordinadora Ecologista revelan que todas las estaciones de control de Gijón superaron el año pasado los niveles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud para las partículas contaminantes más dañinas (las menores de 10 micras de diámetro). Estos altos niveles de contaminación además han empeorado en varias partes de Gijón respecto al año anterior. Los niveles de partículas inferiores a diez micras (las más dañinas para la salud) se incrementaron en Tremañes y Jove respecto a los registrados en el mismo periodo del año pasado.

Además, en las estaciones de la Avenida de La Argentina (La Calzada), Monteana y Tremañes no se cumple el valor límite diario de protección a la salud establecido por la norma española, señala la Coordinadora. La norma admite que como máximo se superen durante 35 días al año determinados niveles de partículas de menos de diez micras en el aire, pero en estas estaciones se superaron esos niveles en 86, 119 y 101 ocasiones respectivamente.

Con todas las mediciones sobre la mesa, y ante la constatación de que el plan para mejorar la calidad del aire «no sirve para nada», los ecologistas formulan de nuevo una llamada a la atención de las administraciones. «Están jugando con la salud de todos nosotros», recalca Fructuoso Pontigo, convencido de que «las empresas contaminantes nos están matando poco a poco, pero a nadie parece importarle».