MASIVA CONCENTRACIÓN EN EL PASEO DEL ARBEYAL CONTRA LA CONTAMINACIÓN

FUENTE: LA NUEVA ESPAÑA DE GIJÓN

Como no se pongan en serio, seguiremos en la calle”. El portavoz para cuestiones medioambientales de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón (FAV) –y uno de los líderes de la Plataforma Contra la Contaminación de Gijón–, José Luis Rodríguez Peón, lanzaba ayer este mensaje al Ayuntamiento de Gijón y al Principado de Asturias, durante la multitudinaria concentración que la plataforma convocó junto a la playa de El Arbeyal, por la que pasaron a lo largo de una hora unos pocos centenares de personas.

Rodríguez Peón explicó que la de ayer fue la primera de una serie de movilizaciones que va a poner en marcha el colectivo ciudadano, tras la última manifestación multitudinaria que habían organizado el pasado mes de diciembre por el centro de Gijón. “Vamos a retomar la calle. No pararemos de manifestarnos constantemente mientras no haya un cambio verdadero en las políticas de medio ambiente”, señaló Rodríguez Peón.

Los colectivos que integran la plataforma, principalmente el movimiento vecinal y varios grupos ecologistas, son muy críticos con las administraciones, a las que desde hace años les vienen reprochando que tienen manga ancha con las grandes industrias y El Musel, en especial con Arcelor, cuyas emisiones son el principal factor contaminante en los días de mala calidad del aire en Gijón, como se constató ya en sendos estudios realizados por encargo del Principado en 2015. Otros estudios asocian contaminación con problemas de salud. Ahora el Principado tiene en marcha un plan de acción contra la contaminación en la zona oeste de Gijón y el Ayuntamiento ha elaborado un protocolo para las alertas por polución, que ya se ha activado por los elevados niveles de contaminación en El Lauredal.

Las decisiones que se están adoptando no acaban de convencer ni a la Plataforma ni a los vecinos que participaron en la concentración de ayer. Los vecinos contraponen, entre otras cosas, que en las últimas reuniones con la administración les hayan transmitido que se ha implementado gran parte de las medidas previstas en el plan mientras “nosotros no hemos notado que esto vaya a mejor”, señala Rodríguez Peón.

Mientras desde la Administración se circunscribe el problema de la calidad del aire en Gijón a un área muy concreta de la zona oeste y se insiste en que las mediciones de las estaciones de control muestran una evolución a mejor en los últimos años, entre los vecinos de la zona oeste existen visiones de la realidad bien distintas.

“Veo desde el comedor de mi casa, un octavo en la calle María Zambrano, cómo Arcelor suelta de noche por las chimeneas. Lo que tienen que hacer es poner filtros, por lo menos y que la empresa no amenace a la gente diciendo que si los tiene que poner va a cerrar”, señalaba ayer Alicia Rodríguez, vecina de La Calzada.

Minutos después se escuchaba a Inés Prada, vecina de Jove y una de las portavoces de la Plataforma Contra la Contaminación, leer un manifiesto en el que tras indicar que “la salud no se vende ni se delega, se defiende”, añadía que “el empleo industrial no se defiende con instalaciones decadentes, con procesos industriales obsoletos, ni desde el más absoluto desprecio medioambiental”, poniendo en peligro además de la de los vecinos, la salud de los trabajadores.

El porqué de que las estadísticas oficiales no convenzan a los vecinos lo dejaba entrever la vecina de El Cerillero Conchita Álvarez al explicar que en sus ventanas “yo junto la carbonilla para un lado y también tiene chispas de mineral y algún día lo cubre todo”.

Ángel Menéndez, que reside cerca del Hospital de Jove, señala que “estamos todos los días quitando esa contaminación y desde que pusieron en funcionamiento las baterías de coque de Arcelor también llega un polvo blanco que antes no había. Eso nosotros, porque las zonas de El Lauredal y del cementerio (de Jove) son como Chernóbil, y esto cada vez va a más”. Por su parte, Paz Suárez vive en Moreda, barrio excluido del plan del aire para la zona oeste. En su casa también se nota la contaminación, con lo que “qué no notarán los que están más cerca” de las industrias.

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