LA CONCENTRACIÓN EN CONTRA DE LA INSTALACIÓN DE LA PLANTA DE PIRÓLISIS CONGREGÓ A MÁS DE 200 PERSONAS

Varios centenares de personas acudieron ayer a la convocatoria de la Federación de Asociaciones de Vecinos, la Plataforma contra la Contaminación de Gijón y los colectivos ecologistas celebrada en la playa del Arbeyal, para protestar contra el anuncio de la construcción por parte del Grupo Preco Circular de una planta para la transformación de residuos plásticos en combustibles líquidos y gaseosos mediante pirólisis. Un proceso considerado altamente contaminante debido a los gases que emite a la atmósfera. 

La planta, que prevé ubicarse en el puerto del Musel, próximo a la regasificadora, está ubicada a menos de un kilómetro del barrio del Muselín y a dos de los de Pescadores, Portuarios, Jove y La Calzada, en una zona de Gijón, la oeste, considerada como la más contaminada de España. En la concentración, que finalizó con la lectura de un manifiesto, los asistentes pidieron que “paren ya de traer toda la porquería posible y que no conviertan al Musel en el vertedero de España”, así como “respeto para esta parte de la ciudad y sus vecinos. Pedimos a la administración que deje de humillar a los barrios más degradados”. 

Preco se refiere a este proceso como la solución a uno de los mayores problemas de contaminación en el mundo: el plástico usado, del que en la actualidad apenas se recicla un 30 %. 

La pirólisis es precisamente lo que ha levantado la voz de alarma por parte de los colectivos ecologistas, que aseguran que es “una incineradora encubierta”, cuenta Fructuoso Pontigo, portavoz de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies. “Aunque no hay combustión directa, lo que hacen es someter a un proceso térmico muchos tipos de plásticos diferentes, generando gases altamente contaminantes”.  

La empresa se ha defendido de estas acusaciones mediante una nota remitida esta semana a los medios de comunicación, en la que asegura que el proceso de pirólisis que degrada el plástico usando calor, “ni incinera, ni quema residuos” y su tecnología es de residuo “cero”, asegurando que “Preco no incumple ni una sola norma medioambiental española ni europea, especialmente exigentes en esta materia”.  

De construirse en El Musel, esta planta sería la más grande y única de sus características en nuestro país, lo que también despierta la desconfianza de los ecologistas, que aseguran que “el hecho de que apenas existan plantas de pirólisis en España hace pensar que muy buenas no son”.  

Los concentrados ayer quisieron denunciar también el oscurantismo de empresa e instituciones públicas. Mientras que Ayuntamiento de Gijón y Principado aseguran no tener constancia de solicitud alguna de permisos, la empresa asegura haber “informado con periodicidad y total transparencia las peticiones de información que ha recibido”. Quien sí recibió una llamada del Grupo Preco fue la Federación de Asociaciones de Vecinos, a la que mostró “su intención e interés en construirla”, un hecho que se trasladó a los asistentes durante la lectura del manifiesto al final de la concentración. 

La Federación de Asociaciones de Vecinos se opone frontalmente al proyecto de la planta, que considera como “un disparate ambiental cerca de casas en un puerto que cada día se vuelve más peligroso”, según las palabras de Manuel Cañete, su presidente. “No nos oponemos a la instalación de empresas, nos oponemos a un determinado modelo de industria muy controvertida y que puede ser fuente de emisión de contaminación”.

La FAV pide al Ayuntamiento, al Principado y a la autoridad portuaria del Musel que den “las máximas garantías de seguridad y de salud a los vecinos, cosa de la que nada sabemos”. Tampoco se sabe nada sobre el estado de los trámites previos necesarios a la instalación de la planta, como son el estudio de impacto medioambiental y la autorización ambiental para actividades que generen contaminación y ruido. “Solo sabemos lo que se va publicando en prensa”, cuenta Paco Ramos, portavoz de Ecoloxistas en Acción. La clave va a estar, explica, en “cuál va a ser la magnitud del proyecto y si los plásticos van a proceder de la planta de Cogersa en Asturias, de otras actividades industriales o si van a importar los residuos que no quiere nadie. Queremos transparencia, claridad e información”.

La indignación es creciente entre los vecinos de los barrios próximos al puerto del Musel, ya que este anuncio se suma a los graves problemas de contaminación que sufre la zona oeste de Gijón. José Ramón Fernández , presidente de la AVV de Jove asegura que “Por más que nos digan que no van a contaminar, no los lo creemos”. 

“Ya no coge una industria contaminante más en la zona”, dice José Luis Peón, vecino de Pescadores, miembro de la Plataforma contra la Contaminación de Gijón y el encargado de la lectura del manifiesto tras la concentración. “Vivimos al lado de un puerto basura. Es muy preocupante todo lo que sucede en esta zona. Vamos a seguir luchando porque esto es ya una cuestión de supervivencia pura y dura».

Mismo sentir en El Muselín, donde Sotero Rey, presidente de su asociación de vecinos, afirma que “ya estamos acostumbrados a que no cuenten con nosotros para nada y que si nos dan algo va a ser a base de pelearlo, así que vamos a seguir”. Zona del puerto del Musel donde se ubicaría la planta de pirólisis

Zona del puerto del Musel donde se ubicaría la planta de pirólisis

El proyecto presentado por la empresa Preco Circular prevé la instalación de una planta dedicada a la transformación de residuos plásticos, que, tras un proceso de transformación denominado pirólisis, permite obtener tres productos: biocarbón, gas de síntesis y biolíquido renovable, que se utiliza como nueva materia prima con la que fabricar plástico sin necesidad de recurrir al petróleo.

Preco se refiere a este proceso como la solución a uno de los mayores problemas de contaminación en el mundo: el plástico usado, del que en la actualidad apenas se recicla un 30 %. 

La pirólisis es precisamente lo que ha levantado la voz de alarma por parte de los colectivos ecologistas, que aseguran que

es “una incineradora encubierta”, cuenta Fructuoso Pontigo, portavoz de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies. “Aunque no hay combustión directa, lo que hacen es someter a un proceso térmico muchos tipos de plásticos diferentes, generando gases altamente contaminantes”.  

La empresa se ha defendido de estas acusaciones mediante una nota remitida esta semana a los medios de comunicación, en la que asegura que el proceso de pirólisis que degrada el plástico usando calor, “ni incinera, ni quema residuos” y su tecnología es de residuo “cero”, asegurando que “Preco no incumple ni una sola norma medioambiental española ni europea, especialmente exigentes en esta materia”.  

De construirse en El Musel, esta planta sería la más grande y única de sus características en nuestro país, lo que también despierta la desconfianza de los ecologistas, que aseguran que “el hecho de que apenas existan plantas de pirólisis en España hace pensar que muy buenas no son”.  

Los concentrados ayer quisieron denunciar también el oscurantismo de empresa e instituciones públicas. Mientras que Ayuntamiento de Gijón y Principado aseguran no tener constancia de solicitud alguna de permisos, la empresa asegura haber “informado con periodicidad y total transparencia las peticiones de información que ha recibido”. Quien sí recibió una llamada del Grupo Preco fue la Federación de Asociaciones de Vecinos, a la que mostró “su intención e interés en construirla”, un hecho que se trasladó a los asistentes durante la lectura del manifiesto al final de la concentración. 

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