Fallece Iván Suárez, histórico líder vecinal de Viesques durante 24 años

Nacido en Salas y extrabajador de Arcelor tenía 76 años y destacó por su carácter dialogante y persistente

FUENTE: LA NUEVA ESPAÑA DE GIJÓN

Luto en el movimiento vecinal gijonés. Iván Suárez, el que fuera presidente de Viesques, falleció hoy a los 76 años tras una larga enfermedad que llevaba tiempo arrastrando. Suárez era natural de la villa de Salas y fue trabajador de Arcelor. Fue uno de los primeros vecinos de un barrio que contribuyó a mejorar sobremanera con su labor al frente de la asociación que capitaneó durante 24 años. Hijo de un ebanista y una ama de casa, Suárez destacó por una personalidad que le convertía en un bien escaso. Era capaz de generar simpatías con tan solo pasar unos minutos en su compañía. Muy conocido en el barrio y en toda la ciudad, su trabajo en la asociación vecinal le llevó a ganarse el respeto de todos los residentes de la zona y también de numerosos políticos. Líder vecinal de los de antes, era de esos que siempre ponía a su barrio en primer término, de los de mucho insistir, pero siempre con talante y elegancia. Estaba casado con Carmela Álvarez y tenía dos hijos, Juan y Beatriz, además de dos nietas.

Suárez llegó a vivir a Viesques hace más de treinta años tras haber vivido algunos años en el El Polígono. La falta de servicios en un barrio por entonces creciente le llevó a enrolarse en el movimiento vecinal. Gracias a su esfuerzo, al de los que le acompañaron, este barrio cuenta ahora con líneas de bus, buena iluminación y una peleada farmacia. Aunque llevaba tiempo retirado de la actividad de primera fila, siempre estuvo para dar su consejo a los que le sucedieron. Luis García, que estuvo en sus juntas directivas, es ahora el presidente de la asociación de vecinos de Viesques. Seguía la actualidad de la zona y se seguía preocupando por los problemas del barrio como el primer día. De carácter amable, siempre con una sonrisa y su característico bigote, era muy aficionado a la lectura, la música y a la cocina. Deja un hueco imposible de rellenar en Viesques y en todo el movimiento vecinal de la ciudad.

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