La empresa está tramitando ante el Principado la declaración ambiental del proyecto, contra el que asistentes a la reunión de ayer de la Plataforma plantearon hacer el viernes una cacerolada, además de la lectura del manifiesto que harán tras la entrega de firmas, hacia el mediodía. Rodríguez Peón señaló respecto a intentar impedir la implantación de la planta de pirólisis y a otras reivindicaciones medioambientales de la plataforma que «queda mucho trabajo por hacer y no podemos olvidar la calle», organizando protestas. «La movilización es la única manera de que esto se pare», añadió respecto al proyecto de Preco.
En la reunión también se presentó el estudio de Ecologistas en Acción sobre los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) que soportan los escolares gijoneses. Paco Ramos, de la organización ecologista, explicó en base a las mediciones efectuadas junto a 20 colegios, que en todos los casos se superan los niveles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para este contaminante asociado al tráfico. Añadió que una exposición a altos niveles NO2 provoca más ingresos hospitalarios que a partículas PM10, pese a que no se incumpla la normativa. Esto último se debe a que la legislación autoriza unos niveles de NO2 cuatro veces superiores a los que la OMS ya estima dañinos. La UE está preparando una directiva límites más estrictos, apuntó. El resultado de este estudio se utilizará como argumento ante las administraciones para que «no den pasos atrás, sino avanzar más», en cuestiones de movilidad, señaló Ramos.
José Luis Rodríguez Peón indicó por su parte que espera que en la reunión del Consejo Sectorial de Medio Ambiente de diciembre se hable de contaminación, después de que en la del mes pasado se dedicar la mayor parte del tiempo a «hablar de piraguas».